El mundo de los negocios puede ser duro y despiadado, pero eso no justifica que tú actúes en contra de tus convicciones éticas. Si no sueles mentir en tu vida diaria tampoco deberías hacerlo al trabajar.
No exageres tus perspectivas de beneficios para encontrar un buen socio, ni sobreestimes la calidad de tus productos o servicios. Si no estás siendo del todo honesto puede que ahora consigas lo que buscas, pero tarde o temprano los demás se acabarán dando cuenta y sufrirás las consecuencias.